jueves, 19 de octubre de 2017

Montessori. 1º Parte. Quien es y que implica su método.

¡Hola gente bonita!

Llevo demasiado tiempo sin publicar, pero estas semanas han sido caóticas... y creo que este ritmo no ha hecho más que empezar... Sin embargo me he propuesto sacar al menos tres entradas sobre este tema, y pretendo hacerlas cercanas en el tiempo. Pretendo...

Vengo a hablaros de una de mis pedagogas favoritas y uno de mis metodos favoritos. María Montessori y el método Montessori. Hoy en día es bastante sonada y es muy fácil encontrar tips o actividades para aplicar en casa por eso creo que es buena idea divulgar algunos aspectos para conocerlos.

Montessori basa su método en "Seguir al niño" es decir, adaptar el ambiente a sus necesidades e intereses, permitirle su propio desarrollo y respetar su ritmo de crecimiento.  Sus principios fundamentales son la libertad y la autoeducación. Es decir. ¿No decimos siempre que los peques son como esponjas? Pues permitamos que absorban. Generalmente el niño tiene la curiosidad intrínseca y busca el aprendizaje, si le facilitamos esta búsqueda y le permitimos aprender, investigar, descubrir, sin imponer y desarrollando su autonomía, no mermaremos esta curiosidad y tendremos peques mucho más autosuficientes y vivaces.  En muchas ocasiones tenemos la sensación de que debemos imponerles lo que tienen que aprender para asegurarnos de que sabran de todo. Pues uno de los primeros pensamientos es ¿Y si le dejo decidir según sus intereses no aprenderá solo sobre un tema? No, realmente todos variamos nuestros intereses a lo largo de la vida, pero en concreto los peques tienen lo que Montessori define como Periodos Sensibles, etapas de desarrollo en las que sus intereses varían y se centran en diferentes actividades. Por ejemplo es típico que un peque cuando ronda los tres años (digo ronda porque puede ir desde un año y medio a los cinco) le de por ordenar, organizar, formar filas... y lo veremos jugar así con sus muñecos, con pelotas, con piedras o con cualquier cosa que tenga a su alcance. Probablemente después pasará a contar historias o a dibujar, o solo quiera ayudar en la cocina... o imitar a los adultos.  Las etapas de desarrollo le permiten "montar" su cerebro, avanzar en el desarrollo, crecer.

Por eso, en el método Montessori, el papel del adulto es el de preparar el ambiente, ofrecerle al peque la posibilidad de trabajar con lo que se encuentra a su alrededor. Involucrarlo en la vida cotidiana con actividades del día a día, ponerlo en contacto con la naturaleza y darle libertad. 

También creo que es importante, a la hora de utilizar el método, sobretodo si lo hacemos en casa, no subestimar a los peques. Muchas veces creemos que no son capaces de algo y si les permitimos intentarlo, lo serán. Podemos verlos muy pequeños pero si les permitimos investigar, probar, hacer, veremos que tienen mucho más poder y capacidad del que creemos. Esto además lo verán ellos mismos y reforzará tanto su autonomía como su autoestima. 

Por supuesto, yo pienso que los métodos no tienen por qué seguirse a rajatabla, sino utilizarlos en la medida en que la crianza, la educación, nos resulte cómoda a todos. Creo que seguir al niño es importante pero no renunciar a nosotros mismos, a nuestros gustos, nuestro autocuidado por ellos, porque al final, crecen y vuelan, que es para lo que realmente estamos educando. Pues, si lo pensamos, la crianza no es más que un acompañamiento, acompañar a un ser a tomar las riendas de su vida. 

En los siguientes post intentaré dar recursos sobre tips Montessori en casa. 

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